sábado, 6 de febrero de 2010

Joaquín Valenzuela



150


de nuestras bocas sin querer directo al charco
comer entre las latas da más hambre
caen cáscaras semillas zanahoria
papa choclo pan panceta
el puerro blando cae
como una lengua

ahora:
qué tipo de pájaro va a tener que entrar
y a vuelo picar puchero bajo
antes de que lo caído
absorba demasiado aceite
y se vaya al fondo de la fosa del taller
y no se sepa
si son de aserrín o de comida
restos


o


elásticos al viento
por cada tormenta
se quiebra un eucalipto

no aguanta y cae con nido y pollos
aspas astillas volcados coquitos
huevos de cotorra entre las hojas

mientras esto era un campo
un feliz compadecer
un sistema de resguardo

quedaron los jirones
cortezas enganchadas
como cachos de banderas



de no limpiar
se quedará pulcro este silencio


o


kitchinet
puré de los tomates
satelital a tierra

creerse que un retazo de tela
aparece entre la yerba del tacho de la cocina

ver bien y darse cuenta de la punta
tetra pack de una cajita de tomates
que haría juego
con un estampado antiguo de batón de entrecasa


y cosas
privadas tiradas así




157


se resbala la miel del propietario
desde el barniz foresta al sol caoba
esmalte que va del rojo al terracota
un batido instantáneo para rejas

se organizan los carros de los choclos
el salitre anduvo en los galpones
se emparcha lo oxidado con resina
se insiste en revolver pintura seca

los panaderos encargan cestas nuevas
para los kilos extras de miñones
y un par de viejos sueltos se reencuentran
ventilando sus dúplex jubilados

se vende mucha lija enduido clavos
baterías de cocina que se ofertan
a la par de filtros de agua bombeadores

se hacen pozos se limpian farolitos
se blanquean a la cal los paredones
y el bombero voluntario castra en masa
a los perros areneros del otoño

todo bajo la fronda acacio pino
tilo acacio florecido sauce aromo y
desmalezan los baldíos donde en breve
se pudrirá la almeja entre pañales




27


Se supone que sea
esa lámpara de globo fofo, sol, sí, gordo,
el responsable del celeste del lila del naranja. Él,
un poco y también el fitoplancton
del aire decantado acá a tres cuadras.

Dice el protocolo que ese plancton
devora luz pura y es esa digestión la que trabaja de papel de gelatina de colores.

¡Ah!
Ahora sí reventó el tomate en la cabeza
y tenía agua real en las venitas.
Agua que se chorrea por las rejas.
Las ramas del horror se hacen las fósforos
y las selvas de las copas reinos mundos
de donde escapan aves liras con culebras
(son teros con gusano, son las mismas
mascaritas pintadas, teatro grande
que disfrutás del sol y que te pisen
y que te llenen de actores con sus telas
y que actuemos la comedia que se escribe
tac, tac, tac como las locas que se escriben
a ellas mismas en sus máquinas de perras
y sin tiempo a elegir cuál de las puertas
salimos sin ensayo, más vale a los ponchazos
tierra loca del todo, Opera House, Royal Imperio
con tomate que revienta y debe ser
tan malo el argumento, sol
que por eso te tirás sobre nosotros
siempre, siempre.

Nota:Nació en el año 1971 en la ciudad de Dolores pero desde hace 15 años reparte su vida entre tres o cuatro ciudades. Estudió teatro y bellas artes en Buenos Aires. Publicó "Actividad Física" y "Doméstico" ambos en Ediciones en Danza.

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