sábado, 11 de septiembre de 2010

Gianni Siccardi


El amor no es casi nada

De sus ojos partía un hilo
que terminaba en mis ojos.

De modo que nuestras miradas
recorrían simultáneamente
el pasado, el presente y el porvenir.

El amor no es más que una pequeña cosa:
el tiempo
un hilo
una mirada.






Travesía

Antes de conocer su tristeza yo le decía
estás en el libro que leo
tu carne borra las letras de todo libro
intento que tu cuerpo sea más hermoso que cualquier
abrazo que haya podido dar
que cualquier ruido que haya podido asustarme en el
pantano de la noche
que cualquier partida de dados
que cualquier sueño por el que haya apostado
trato de mirar el libro como lo miraría tu cuerpo.
Antes de conocer su tristeza
yo le hablaba de sus costumbres lujosas asestadas en
pleno día
sus costumbres inagotables de hermosa parturienta
su boca más despierta que todos los lenguajes.
Cuerpo vivo
entreabierto
todo te llega como una vieja dolencia.


Paso mi vida en tu vida
así como los condenados pasan sobre los rostros
queridos
lo que no hicieron
lo que no pudieron conocer
así como tu cuerpo está escrito en todos los libros.


Paso mi vida en tu vida
así como los condenados pasan sobre los rostros
queridos
lo que no hicieron
lo que no pudieron conocer
así como tu cuerpo está escrito en todos los libros.


Estoy bajo la noche
bajo el olor profundo del barco
puedo morir o sobrevivir
sin recuerdos ni excusas
en la miseria de esta gente
entre gritos y ropas desgarradas
abandonarme en la tormenta
Estoy en su cuerpo como en una travesía
como en una tela de araña
como en el plumaje de las drogas sagradas
sin más destino que crecer entre sus dientes
entreabiertos.


Viajo por su cuerpo como por una sonrisa
abro sus ojos como en un río
encuentro sus ojos de marea en marea
alejo lo que no me pertenece.
Estamos solos en casas desconocidas
en otras ciudades
son otras las caras que olvidamos
cuando toco su cuerpo
otros los olores que nos enloquecen.
Mi cuerpo está en el suyo como en un naufragio
como en un puente sobre mis sentidos
podemos morir o sobrevivir
y veo mi vida sin mirarla
sin recordar lo que me aterra.


Puedo morir o sobrevivir
en el furor que se despierta
en el agua en la noche en su cuerpo.
Miro dentro suyo y no veo sino mi vida
otros viajes lentos como en una siesta
como otros países
como otras costumbres y lenguajes.
Estoy bajo cubierta
un loco se arrastra por el piso y canta
quisiera tener miedo ahora
la cara helada por el viento y el agua
y golpear y caer en la cubierta húmeda.
Estoy junto a su cuerpo salado
lo encuentro de marea en marea
toco sus ojos como un loco
toco sus ojos como un asesino.


Esos son los ojos que amas
ella está a tu lado
hace tanto que no se abandona
las plazas las calles los rincones
aquella habitación
la niebla y las mañanas
algunos días o momentos giran alrededor de tu vida
palabras absolutas que se escucharon o dijeron
giran alrededor de tu vida
son las cosas que tocas sin saberlo
lo que ves sin saberlo
lo que encuentras en cada gesto son sus ojos
y ves por sus ojos sin saberlo
sin recordar lo que te aterra.


Los que miran y están a su lado como lenguas
ardientes
sin ser ella misma ni parte de ella ni de su vida
terrestre
pero giran alrededor de su vida y sus vestiduras
y costumbres
llevan sus ademanes
ah, su cabeza vuela.


Ahora ahora
si se enciende el camino
si nada nos es negado
si estas gotas de incienso son la luz
los ojos de los amantes que no se matarían por amor
ojos ligeramente explosivos
que no morirían sino por distracción.
Tanta simiente tanta luz
puede venir el verano y devorar todo esto.
De pronto soy otro
nada de lo que he vivido
ningún recuerdo me convierte en otro
pero soy otro
soy el lenguaje entre tu cuerpo y la noche
soy el lenguaje
entre lo que se va hacia otras habitaciones y
aventuras
y lo que permanece
para durar en su cuerpo
y ella conoce lo que permanece
es parte de su cuerpo
lo lleva en cada movimiento
cuando camina cuando mira
cuando camina en el verano bajo el sol
y lleva ese lenguaje
donde se dieron la dicha los olores
los descubrimientos los abrazos
las repentinas simpatías
y ella lleva su cuerpo
como una alcoba donde se han dicho los secretos
las cosas graves que llenan el mundo
o lo vacían de pronto.


Soy otro
otro junto a su cuerpo
mis manos son las mismas
y mi boca
pero tocan su cuerpo como un loco
tocan su cuerpo como un asesino.






Preguntas

Sentado en su silla envejecida
el anciano interroga
a la noche.

Afuera
el árbol triste
cubierto de pájaros
sostiene el horizonte.
Las cenizas adormecen
los muelles de la noche,
El cielo sangra.

Dónde están los caminos
que dibujaba el sol?
Dónde están los días
en que el amor cantaba?

Esta es la hora nupcial.
Las sombras se detienen
al borde de la casa
pero entran rumores
voces impetuosas
siluetas de otro tiempo.

Cuando el anciano cierra los párpados
empieza la boda
entre el crepúsculo y la noche.
Cuando abre la boca
unas pocas palabras secretas
atraviesan su vida.
Una dicha intransferible
lo mira desde su juventud.
Con los ojos cerrados
entrega confiadamente su pasado
a la noche que comienza.

Nota:Gianni Siccardi nació en Banfield (Prov. de Bs. Aires), el 27 de septiembre de 1933 ,
Libros publicados:Conversaciones (1962, Nueva Expresión, Travesía (1967, Sunda), Ella (1989, Ed. del sol),Fragmentos (1995, Topatumba)

1 comentario:

  1. no es fàcil escribir poemas extensos y mantener la atenciòn del lector. excelente Gracias por este nivel de poesia Abrazos (maritza)

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