sábado, 18 de diciembre de 2010

Osías Stutman


HOMENAJE A PAUL CELAN

¿Cómo puedo vivir
sabiendo que cuando
muera alguien
me robará los zapatos?

¿Cómo puedo vivir
si sé que cuando
muera alguien
me robará los zapatos?

Celan asocia la “compulsión a la repetición” *
con un camafeo. Y el camafeo me mira
irónico como ese busto de Voltaire
que no es. Y me obliga a repetir.

¿Cómo podían vivir
sabiendo que al
morir alguien
les robará los zapatos?

Es “la danza de dos palabras” **
o tres que repito con emoción, una
dos, tres, y todas las demás que
me asocian a mundos ajenos.

¿Cómo podemos, nosotros,
vivir sabiendo que al
morir alguien
les robaba los zapatos?


* Celan usa la palabra “Wieder-holungs-zwangs” (los guiones son míos) que significa la compulsión a la repetición (en el poema Auch keinerlei...? en Fadensonnen de 1968).
** “den Tanz zweier Worte” del poema Erblinde…en Atemwende de 1971.







ELEGÍA POR LA MUERTDE DE UN AMIGO, AL ESTILO DE LOS GRIEGOS Y LATINOS QUE NO SOLO LAMENTA Y LLORA SINO QUE TAMBIÉN ADMITE RECUERDOS PLACENTEROS


La tristeza no tiene fin, me
decían de niño. Padres, madres,
me hablaban. Yo no entendía
eso porque mis tristezas eran
breves y duraban lo que una

llovizna en la arena, en el verano.
Luego aprendí que había razón
en ese dicho de adultos. Y ahora
después de años de muertos
en mi vida, creo en todos esos sueños

falaces que me llegan por la puerta
de marfil mientras la puerta de hueso
sigue muda. Muda. La ausencia del
amigo me sorprende, me apena,
me oprime. Vivo al rescoldo

de sus recuerdos. Su memoria
es carbón ardiendo en las
palmas de mis manos. Crecen
mareas de textos recién leídos
y nos sentamos los dos como

imágenes de cine en blanco
y negro, grises, alegres, frente a
mares y cielos “recordando futuro
en un mundo apagado” aunque sólo
es estratagema, juego de memorias.

La cita de la última estrofa es de José Luis Giménez-Frontín Los días que hemos visto (Fundación Jorge Guillén, Valladolid, 2009, p.45).







NOCHE ESPAÑOLA EN VIENA

En otras palabras, lo esencial ocurre en lo abstracto y lo insignificante en la realidad.
(Robert Musil) *


Como un pájaro en el campo gozoso de la libertad
pura, la niñez y el sosiego, pienso en esos días,
en la rodilla de la mujer rubia,
en ese pie que se mueve. En el espacio

entre los dientes, las palmas de esas manos,
la pantorrilla, puño, labio abierto, la pulsera
en el tobillo. Es cuando me dice que teme
encontrar a alguien que no conoce. Rotunda,

pero es sin miedo, rugiente, pateando el suelo,
encerrada en sus sueños, las fantasías
de abuelas criminales, pendientes
del menor ruido, azoradas ellas, como espinas.

Habla de la puntualidad y chimeneas ardiendo,
y soledad perdida que nubla la razón,
y pasa y queda, firme, seria memoria y asombro.
Ese recuerdo es su atributo y su lluvia de verano.

Es un asalto a la razón y al moderado ruego,
la noche que ella ingiere asustada
como alimento bendito, la mano en el pecho,
aliento, aire, saliva, marejada y los seis vientos.

Índice y pulgar apretando su seno de dama
francesa color de rosa. Sus nervios
la traicionan y su respiración se corta,
y susurra: - Necesitamos sencillez. Ruego, pido,

exijo naufragar en el puerto. Naufragar recién
llegado del largo viaje, incrustado de lapas
duras, rugosas, oscuras de nuestro mar tan grande,
soleado, inolvidable, el de tan insigne perfil.

Naufrago ante la propia puerta, recién llegado
de la peligrosa gira. Mi vida es ahora la jugada
del alfil, la que divide y desangra el flanco,
esa galería inexistente que define su memoria.

Pido la salvación por la lectura, la salvación
por el espíritu, la salvación por el alimento
y su caricia. Pido la salvación por su manera,
por su llegada siempre a tiempo de salvarme.

El epígrafe “Mit anderen Worten, im Abstrakten ereignet sich heute das Wesentlichere, un das Belanglosere im Wirkliche” en Der Mann ohne Eigenschaften (Gesammelte Werke 1, Rowohlt, Reinbek bei Hamburg, 1978, p. 69)








MIRANDO UN RIO (HOMENAJE A J.L.ORTIZ)*

Un sentimiento, pues, soñado por el no, el no, sin límites? O un crecimiento, allá, en un modo de existencia y no de vida? (Juan L. Ortiz)

I
Me olvido de mis preguntas
mirando un río ancho
y luego olvido el recuerdo.
Crece el sentimiento con vida.

II

La ligereza del pensar
en el propio idioma
es lo opuesto al peso
del mundo que veo.

III

En la poesía poética
el agua es aceite,
el mar es su orilla
y la nube un humo inmóvil.

Pero el agua es tierra
y el mar es su ausencia
y el aceite humo de nube
en la escritura libre.

IV
La claridad o la oscuridad
no me interesan. Significan
poco o nada y el lenguaje
vacuo sigue como agua de ducha.

V
Cuando abra los ojos habrá una imagen
pero ya no seré yo, porque yo seré
la imagen del no, seré la imagen del río
hecho de visión ajena, reflejado en el agua,

soñado por la pasión sin límite, o por
el no, ese no regalado, ese no que es
palabra y su ausencia y que, por fin,
me envuelve como el aire que respiro.


El epígrafe proviene del “Oh, allá mirarías…” del libro “La orilla que se abisma” (Juan L. Ortíz, Obra Completa, Centro de Publicaciones de la Universidad del Litoral, Santa Fe, Argentina, 1996, p.859).






LOS ÁNGELES

Ángeles femeninos vuelan raudos,
un espejo en la mano, algunos con cola
de sirena, otros con piernas y negros
triángulos, los cabellos al viento,

empapados de sudor, desplegados.
Los senos colgando, aéreos pechos
temblorosos, que entibian mi frente
y veo desde el suelo su alta forma.

Asombra la fuerza de su yunque
formidable volando sobre mi cabeza,
el rostro vuelto hacia esos jinetes
montados en hierro volante.

En LOS FRAGMENTOS PERSONALES, (A work in progress, inolvidable), Olifante, Zaragoza, 1998, p. 39).




Nota:Osías Stutman nace en Buenos Aires (1933), donde cursa estudios y se gradúa de médico (1957). Expulsado de la Universidad, emigra a USA en 1965, vive en Minneapolis (1965-1971) y en Nueva York (1971-1999). Destaca en inmunología (235 trabajos científicos en inglés). Profesor de Cornell University y Memorial Sloan Kettering Cancer Center desde 1971 a 1999. Desde 1999 hasta la fecha Profesor Emérito. Vive en Barcelona desde 1999 y deja la ciencia en el 2000. En los años 60 escribe poesía en Buenos Aires y es incluido en la Antología de Poesía Nueva en la República Argentina (J.C.Martelli, ed, 1961) junto a poetas como Pizarnik, Madariaga y Gelman. En los 90 vuelve a escribir poesía. En 1992 publica su primer nuevo poema (RevistaAtlantica de Cádiz Nº 4), luego Los Sonetos (de Gombrowicz) (Café Central, Barcelona 1997) y Los Fragmentos Personales (Olifante, Zaragoza, 1998, con prólogo de José María Conget; Premio Anthropos 1995). Diario de Poesía publica una “antología” con 35 poemas (Nº 52, Buenos Aires. 2000). Luego Ver y Oír (Café Central, 2006) y en 2008 44 Cuartetas (Emboscall, Vic con prólogo de Carlos Edmundo de Ory) y La Vida Galante (Huesos de Jibia, Buenos Aires). Entre 1992 y 2009 aparecen 157 poemas en revistas españolas, argentinas, norteamericanas, mexicanas e internet (Barcelona Review, etc). Traduce y edita en inglés la poesía de Djuna Barnes (Poesía Reunida, Igitur, 2004 y Collected Poems, UWisconsin Press, 2005). Fue incluido en 200 Años de Poesía Argentina (selección de Jorge Monteleone, Alfaguara, Buenos Aires, 2010, con textos de 218 poetas muertos y vivos, OS en pp. 564-566).

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